TAHURES DE ALMAS
Tener 7 vidas es un gran lujo, nosotros ni siquiera podemos imaginarlo, ya que realmente, creemos que solo es un mito … craso error.
En el mundo de los gatos, es algo tan real y cotidiano como el que salga el sol por las mañanas, es más, es algo tangible, ya que son usadas como moneda de cambio.
Los gatos, son animales, infinitamente más independientes que un perro, ya que tienen la ventaja de 6 vidas extras, y la posibilidad de canjearlas. Pero no nos equivoquemos, el tener mas vidas, no te hace mas temerario, todo lo contrario, la avaricia de cada ser, le hace cuidar cada vida como oro en paño, y sólo cambiarla cuando hay en juego una gran recompensa. Pero como en todos lados, los seres tienen vicios, y la ludopatía, no es ajena al fascinante mundo de los gatos.
Aquí tenemos a un gracioso gato callejero, al cual, su triste vida empujó al juego, y su fatal suerte, ha dejado con dos vidas, también tenemos a su Némesis, un fastuoso persa, el cual ha sido dotado por el destino con una gran habilidad, y ya tiene en su haber 25 vidas, para uso, disfrute o canjeo. ¿Y como se hace tal transacción, os preguntareis?. Bien, no hacen falta extraños conjuros, la luna no tiene porqué estar llena, ni ha de correr la sangre, sólo basta con dar la palabra, así, sin más, apostar el alma es irrevocable, algo, alguna energía, se ocupa de que la transacción se realice, los gatos siempre lo han sabido, y nunca han querido saber más, ya que viven ocupados en otros muchos detalles como en huir de los perros y vigilar las comidas envenenadas.
Pero entre tanto vicio, destaca un gato especialmente nervioso, ya que habitualmente, todos son viejos conocidos, o simplemente, no tienen nada que perder. Nuestro asustado amigo, oye insistentemente un molesto ruido, que al parecer nadie más oye, desagradable, pero terriblemente acompasado, casi hipnótico. Al rato se da cuenta que es su corazón que le late en las sienes.
Acaba de llegar y no tiene mucho tiempo, viene a por algo concreto, y no es nada bueno ni moral, pero los escrúpulos sobran en algunos momentos, y ya tendrá tiempo de tener remordimientos.
El motivo de que un gato tan alejado de este mundo esté aquí, un sórdido local donde pasar viciadas noches, es la necesidad de un alma, pero no para él, si no para su prometida, una linda gata, que fallando a la tradición de que los gatos siempre caen de pie, se ha estrellado desde un séptimo piso y agoniza en el suelo. Debe ser rápido, o será ya demasiado tarde.
Y aquí es cuando todo se complica, los gatos tienen 7 vidas … los gatos sólo. Las gatas, por machismos del destino, solo nacen con una, por lo que jamás ha habido una jugadora de almas, un solo renuncio, una sola partida mala, y moriría en el acto. Pero al igual que hay ludopatía en este mundo retirado del nuestro, también hay mafias, también hay corrupción, y a veces, gatas callejeras, simplemente … desaparecen.
Un alma femenina, equivale para ellos a 6 masculinas, así que son extremadamente cotizadas, todo el mundo sabe que existe este tráfico, y como es obvio, todo el mundo lo calla.
Pero no hay tiempo para más divagaciones, el palpitar en sus sienes ya no le deja apenas oír nada más, así que es el momento de actuar, de pedir una partida “especial”. Hoy la suerte está de su lado, lo ven demasiado necesitado, y los gatos así, siempre pierden. La partida será de 3 jugadores, hay cientos de participantes, pero sólo 2 de ellos tienen bastante poder y contactos como para disponer de un alma femenina.
Y la partida empieza, apostadas son, el alma femenina y las 6 de nuestro desdichado amigo, el cual, perdió hace años una a causa de una paliza de unos niños y si pierde morirá sin remedio. Se dan las cartas, se miran, empieza la jugada, el martilleo amenaza con hacer que se desmaye pero tiene que aguantar, cambio de cartas, miradas a todos los lados, se muestran las cartas … nuestro amigo ha perdido.
Bueno, piensa, realmente nunca creí ganar, y si ella muere, prefiero no estar aquí para verlo. Es lo último que piensa, mientras los empleados del local, empiezan con el protocolo habitual de la gente que pierde su última alma, fría y tranquilamente. Al mismo tiempo, en otro lugar, la agonizante prometida muere, como en un orgasmo simultáneo. El gato persa, que ha sido el ganador, ya tiene 31 almas, pero como dice el proverbio “La muerte está tan convencida de su victoria, que nos deja toda una vida de ventaja”, y aunque aquí sean 7, algún día, a nuestro agraciado gato persa, dejará de soplarle el viento a favor.
De nadas. Ya te dije en su momento que me había gustado. Una pena que no ganaras.
ResponderEliminarEeeeys k peaso relato!!!
ResponderEliminarA mi tmb me da por escribir y eso, ya se que no tenog mucha calidad como escritora yq ue siempre me decanto por la decadencia interior de la persona...ya me lo han comentado, k mis relatos parecen sacados de una sesion de psicoanalista xDDD
Pero el tuyo me ha gustado mucho y coincido con Valan con que es una pena ke no ganaras aunque ya se sabe ke hay mucho enxufe...
Bueno, a cuidarse (jejeje guay lo de alternativa xDDD)
Has visto Intacto? Me ha recordado a esa película. Y la película me gustó mucho xD
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